Proyecto Yayo

Durante nuestro viaje de retorno a Etiopia con Alejandro y Pelayo en 2016 visitamos Lalibela, ciudad sagrada situada al Norte; un chaval de 16 años (Yayo) se acercó a mí para pedirme algún birr para comprarse unas chanclas, se los di…, al finalizar el recorrido por las iglesias excavadas en la tierra, este chaval me estaba esperando para enseñarme su compra, me regaló una cruz de madera y me habló acerca de su vida, era estudiante , quería formarse para poder sacar a su familia adelante , intercambiamos los correos electrónicos. 

Al poco tiempo de volver a España recibo el primer correo de muchos en los que Yayo me habla su día a día, de Lalibela, y me pregunta por mi familia y nuestra vida, establezco de esta manera un contacto directo con Etiopia a través de el que me permite sentirme cerca de este país. 

Intercambiamos correos durante 3 años.

En uno de sus correos en el año 2019 me dice que tiene que dejar de estudiar porque no tiene respaldo económico y que dejaríamos de estar con contacto ya que se tiene que ir a vivir al pueblo con su madre y sus hermanas y allí no tiene acceso a internet.

Ese momento coincide con que empiezo a tener encargos de las muñecas que tejo y es cuando Soñando Muñecas comienza a ser algo más que un sueño, con el dinero recaudado de la venta de las muñecas Yayo puede continuar sus estudios e incorporamos también a sus hermanas. Yayo da un paso importante para su futuro sacando la licencia para conducir tuck tuck lo que le abrirá puertas para su futuro. 

En el 2020, año muy difícil a nivel mundial por la pandemia y en Etiopia se añaden los conflictos en el Norte que afectan a Lalibela, se paraliza todo, perdemos contacto durante meses con Yayo y su familia, lo recuperamos y les apoyamos a salir adelante en la difícil situación que están viviendo. 

En la actualidad no se ha recuperado la normalidad en Lalibela, la comunicación es difícil, trabajamos en seguir aportando nuestro apoyo.